El mundo del autónomo es tan complejo como desconocido para muchos de nosotros. España cuenta con más de tres millones de autónomos, pero lejos de ser un grupo homogéneo, abarca una buena modalidad de trabajadores. Hablamos de los tipos de autónomos que existen en nuestro país y de sus características más importantes.
Ser autónomo: ¿qué significa?
Antes de definir los tipos de autónomos que encontramos en España, tenemos que explicar el concepto de ‘trabajador autónomo’. Según la Real Academia Española, es un “trabajador que realiza de forma habitual, personal y directa una actividad económica a título lucrativo sin sujeción por ella a contrato de trabajo y aunque utilice el servicio remunerado de otras personas”.
Es decir, un autónomo o trabajador por cuenta propia es aquel que realiza una actividad lucrativa sin estar sujeto a un contrato laboral de régimen general, que puede o no contar con sus propios trabajadores remunerados, y que no tiene un salario fijo. Puede poseer su propio negocio o trabajar para otra empresa firmando un contrato de prestación de servicios.
Estos profesionales están sujetos al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), especialmente regulados por el Decreto 2530/1970 de 20 de agosto.
Diferentes tipos de autónomos
Todo esto sería un resumen muy escueto de lo que significa ser autónomo, pero, ¿cuántos tipos de autónomos hay? A día de hoy encontramos un total de seis.
1. Trabajadores autónomos. Es la modalidad más popular y abarca el concepto de autónomo que todos conocemos. Son aquellos profesionales que tienen en propiedad un negocio, con o sin trabajadores a su cargo. Dentro de esta categoría encontramos dos grupos: los autónomos por actividades empresariales y los autónomos que se dedican a actividades artísticas y deportivas.
2. Autónomos societarios o empresarios autónomos. Los que tienen un negocio propio o son socios de alguno, siempre que este haya alcanzado cierta dimensión. Generalmente, estos autónomos tienen contratados a varios trabajadores y optan por crear una sociedad.
3. Profesionales autónomos o freelance. Este grupo abarca a los profesionales que realizan trabajos de manera autónoma para terceros que les encargan unas tareas específicas. Su sueldo es variable y pueden ser autónomos colegiados (médicos, ingenieros, psicólogos, abogados, etc.) o autónomos no colegiados (programadores, diseñadores, escritores, traductores, etc.).
4. Autónomos Económicamente Dependientes (TRADE). Este tipo de autónomos están reconocidos desde julio de 2007 y son aquellos sin empleados a su cargo, con materiales de trabajo propios, sin ningún local en propiedad y cuyo 75% de sus ingresos como mínimo provengan del mismo pagador.
5. Autónomos colaboradores. Son los cónyuges y familiares que colaboren con un profesional autónomo habitualmente sin condición de asalariados. Por tanto, están libres de los impuestos trimestrales de IVA e IRPF, algo obligatorio para los autónomos con negocio propio.
6. Autónomos agrarios. Son aquellos dedicados a actividades agrícolas. Tienen su propio régimen de cotización, el Sistema Especial para Trabajadores por Cuenta Propia Agrarios (SETA). Una de las condiciones para ser autónomo agrario es ser titular de una explotación agraria.
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